Ana Suarez Miedo al rechazo

Un viaje hacia la reafirmación de la mujer madura

Muchas mujeres se encuentran en una encrucijada vital, donde el deseo de transformación se entremezcla con el temor a ser rechazadas y a la valoración externa.

Es un umbral que invita a la introspección y al redescubrimiento, especialmente cuando han pasado años tras años posponiendo sus sueños y aspiraciones, pero no obstante no han podido acallar el anhelo de  reivindicar su lugar en el mundo.

Este artículo está dedicado a ti, alma valiente que estás lista para trascender el miedo y abrazar tu magnífica esencia.

El miedo al rechazo: Un eco del pasado.

El temor a ser rechazadas y a la crítica ajena no es un fenómeno aislado, sino un eco resonante de nuestras experiencias pasadas y de las narrativas sociales largamente arraigadas. Desde pequeñas, se nos enseña, a menudo de manera implícita, a moldearnos según las expectativas ajenas, a buscar la aprobación y de la misma manera a temer la desaprobación como si de ella dependiera nuestra valía.

Sin embargo, al cruzar el umbral de los 40, nos encontramos en un momento de reevaluación, donde el peso de estas expectativas sin dudas se vuelve insostenible y la voz interna que clama por autenticidad, imposible de ignorar. Es aquí donde el miedo al rechazo se presenta como un desafío, pero también como una oportunidad.

Lo que los otros puedan pensar de ti: Un espejismo limitante.

La preocupación por cómo nos perciben los demás puede convertirse en una jaula dorada, brillante pero restrictiva. Sin dudas esta jaula está forjada por años de condicionamiento social y cultural, que nos insta a valorar la opinión ajena por encima de la propia y nuestro merecimiento queda básicamente condicionado a la misma.

Dentro de ciertos límites es normal querer ser aceptado y reconocido, pero si por lograr esto observas que:

  • Pospones tus necesidades sólo para congraciarte con otros.
  • Te sientes muy insegura sobre lo que piensas y haces y buscas constantemente la aprobación de los demás
  • Ante una elección nunca te preguntas que es lo mejor para ti, simplemente aceptas las propuestas de otros.
  • No te atreves a decir abiertamente lo que piensas o quieres por temor a ser rechazada y criticada.
  • Quisieras ser “invisible” para no tener que exponerte.
  • Tú misma te relegas al último lugar: no hay dinero para lo que quieres, no te animas a elegir la película, aceptas lo que otro propone.
  • También te cuesta muchísimo elegir la salida, o el restaurante, inmediatamente te apresuras a decir. “donde tú quieras”.

Esto ya deja de ser normal y te envuelve en una tela de araña opresiva donde vas perdiendo tu espontaneidad, hasta llegar al punto de olvidar quien eres en verdad.

Pero, ¿qué sucede cuando nos atrevemos a cuestionar la veracidad y la importancia de estas percepciones externas?

Al adentrarnos en esta indagación, descubrimos que el poder que las opiniones ajenas ejercen sobre nosotros es, en gran medida, un poder concedido, no inherente.

Nosotras mismas hemos ido cediendo ese poder.

Reconocer esto nos empodera para comenzar a desmantelar las barreras que nos impiden vivir plenamente, no es fácil, lo sé, pero se puede.

Reclamando la grandeza: Un acto de valentía y amor propio.

Reclamar nuestra grandeza no es un acto de arrogancia ni de egoísmo, sino de profundo amor propio y respeto por nuestra esencia. En realidad es reconocer que cada una de nosotras alberga un universo de posibilidades, talentos y capacidades que merecen ser expresados y compartidos con el mundo.

Este acto de reafirmación comienza con pequeños pasos:

  • Cuestionar las creencias limitantes:

¿Cuándo comenzaron? ¿Qué pasaba en mi vida en esos momentos? ¿Es verdad eso que yo creo? ¿Quién dice que es verdad? Si no es verdad: ¿Cómo puedo comenzar a modificarlo?

Seguidamente

  • Permitirnos explorar nuevos intereses y pasiones, empezar a auto reflexionar, aprendiendo a escuchar la voz de nuestra alma:

¿Estoy viviendo: la vida que yo soñaba? ¿En verdad esta es la vida que quiero?

Y seguidamente:

  • Si esta no es la vida que quiero para mí:

¿Por qué la estoy aceptando? ¿Qué me impide cambiarla?

¿En verdad, quiero cambiarla? (Este es un punto sumamente importante, porque aunque parezca increíble, he escuchado a muchas clientas quejarse, pero a la hora de tomar decisiones, no querían salir de esa situación El victimizarse también aporta «ciertos beneficios»)

Finalmente,

  • Si en verdad deseo salir de esta situación:

¿Qué debo hacer para modificarla?  ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Qué necesito para empezar a cambiar? ¿Cuándo empiezo?¿Quién me podría ayudar en el proceso?

Puedo ayudarte, reserva una cita de Claridad gratis: https://calendly.com/soyanasuarez/soyanasuarez

Para ello se necesita especialmente aprender a hacer silencio interior, ya que en medio de tanto ruido y distorsiones que nos envuelven en el día a día en realidad puede resultar complejo escuchar nuestra propia voz a menos que tengamos práctica en trabajo interior.

Y sin dudas, muy especialmente, practicar la compasión hacia nosotras mismas en este viaje de autoconocimiento y transformación.

Estrategias para superar el miedo al rechazo y abrazar el cambio.

  1. Introspección y autoconocimiento: Dedica tiempo a la reflexión personal para comprender las raíces de tus miedos y cómo han moldeado tu percepción de ti misma y de tus capacidades.
  2. Trabajar en la autoestima y merecimiento: derivarán de la profundidad de tu trabajo de autoconocimiento.
  3. Comunicación auténtica: Exprésate desde tu verdad interna, sin filtros dictados por el miedo al rechazo y a las críticas. Especialmente este acto de valentía invita a relaciones más profundas y significativas.
  4. Red de apoyo: Rodearte de personas que te apoyen y te inspiren puede ser crucial. Sin duda buscar comunidades donde se celebren la autenticidad y el crecimiento personal será una sabia elección.
  5. Celebración de logros: De la misma manera reconocer y celebrar cada paso adelante, sin importar su tamaño. Cada acción que desafía el miedo al rechazo y a las críticas, es un triunfo.
  6. Admitir que no le podemos gustar a todo el mundo: se sincera y piensa: ¿Cuántas personas has conocido y que no te caen bien? Lo mismo le ocurre a los demás!
  7. Práctica de la gratitud: Sin dudas cultivar la gratitud nos ayuda a enfocarnos.
  8. Trabajar la compasión: especialmente la autocompasión. Aprende a aceptarte, a reconocer que nadie es perfecto, no obstante todos podemos aprender a dar lo mejor de nosotros mismos y tratar de ser cada día un poco mejor que ayer. No seas tan autocrítica y acepta tus luces y tus sombras
  9. Elevar tu amor propio y valía: es la llave para dejar atrás el miedo al rechazo y al que dirán.

Llévate de regalo mi Kit de 31 tips para mantenerte motivada:

https://www.soyanasuarez.com/kit-de-31-tips/

Si te ha parecido útil este artículo y te interesan los temas de desarrollo personal, autoconocimiento y espiritualidad, apúntate a mi newsletter (gratis) para no perderte nada.

https://www.soyanasuarez.com/newsletter/

 

Además mis suscriptoras gozan de beneficios en mis servicios.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Responsable: Ana M. Vassallo.
Finalidad: Moderar y responder comentarios de usuarios.
Legitimación: Consentimiento del interesado.
Destinatarios: No se cederán a terceros salvo obligación legal.
Derechos: Puedes ejercitar en cualquier momento tus derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación, oposición y demás derechos legalmente establecidos a través del siguiente e-mail: hola@soyanasuarez.com.
Información adicional: Puedes consultar la información adicional y detallada sobre protección de datos aquí.

Scroll al inicio